martes, 27 de mayo de 2008

INICIOS EDAD MEDIA


CRISTIANISMO EN LOS PRIMEROS SIGLOS
DE LA EDAD MEDIA

Al hablar de Edad Media estamos ante un proceso de larga duración, que necesariamente lleva al cuestionamiento del nombre mismo. Éste se debe a un autor de finales del siglo XVII. Al momento de entrar en el convencionalismo de la periodificación cronológica debemos mencionar que el comienzo se sitúa alrededor del año 476 con la caída del Imperio Romano de Occidente, aunque sabemos que este hecho puntual es el punto final de una serie de influencias entre los distintos pueblos desde muchos años antes. El término se lo coloca alrededor del siglo XV con la caída de Constantinopla (1453, a manos de los turcos). Estos criterios son más bien arbitrarios, ya que la formación medieval es muy intensa y a la vez muy compleja.

Quizás el punto de partida sea entender que la Roma Imperial está en un proceso de decaimiento muy fuerte, tanto en sus fronteras como en su interior. La expansión romana quería llegar hasta donde más se pudiera avanzar, pero el grave problema que surge es que a medida que se avanza se encontraban con más y más bárbaros. Las fronteras son una constante entrada y un mundo de gran intercambio, tanto económico como racial. Al interior de Roma la crisis toma los distintos ámbitos del poder, el cual tiende a centralizarse y a sacralizar todo para así intentar fortalecerse. El mundo religioso también está en crisis, ya que la religión oficial va decayendo y lentamente van surgiendo una serie de cultos venidos fundamentalmente de Oriente, los cuales se dan de manera masiva. Junto a esto está surgiendo de manera cada vez más fuerte el cristianismo, que será uno de los pilares del mundo medieval.

Podemos preguntarnos cómo es posible que dentro de la sociedad romana hayan existido cambios tan profundos que desembocaron en lo que nosotros estudiamos. Simplemente podemos responder que a través de largo tiempo toda la estructura latina se fue desarticulando, tanto es así que a partir del siglo III, IV y V la población se va a los campos, abandonando los grandes centros urbanos de la Antigüedad. Se piensa que una de las razones fundamentales de este éxodo masivo haya sido la escasez de alimentos, y por otro lado, la llegada constante de los distintos pueblos germánicos.

La llegada de los distintos pueblos germanos (conocidos como bárbaros por lo romanos) se cita a través de una fecha clave, el año 476, en donde cae definitivamente la ciudad de Roma, pero este proceso es mucho más largo. Si bien desde el siglo III el “Limes” -frontera- del Imperio se había resguardado para evitar el ingreso de tribus germánicas, algunos grupos se fueron asentando e incluso formaron parte de las tropas romanas. Como estos pueblos venían desde el Oriente tenían contacto con el mundo Imperial a través de Constantinopla, pero alrededor del año 375 los Godos (germanos que habitaban la actual Rusia), los cuales se encontraban al este del Danubio, tuvieron que avanzar debido a la amenaza de los hunos. Así comenzó este proceso que llega a un punto máximo en el año 476. Finalmente este proceso parece terminar en el siglo VI con la llegada de los longobardos a la península itálica, y el asentamiento definitivo de estos pueblos en Europa.

Junto a todo lo anterior, debemos hacer mención con mayor detalle al cristianismo dentro de la configuración de la Edad Media. Esta nueva religión fue tomando un lugar importante dentro del mundo romano. El monacato se dio como una respuesta a este tiempo, y así surgen monjes que se van instalando en lugares rurales, alejados de las ciudades, dedicándose a la oración y al trabajo. Ellos fueron evangelizando Europa, y a su alrededor se fueron agrupando gran cantidad de labriegos del campo. La figura más importante aquí es San Benito, quien fundó su primer monasterio en el año 529.

Para completar esta breve mirada a lo que es el mundo de la Edad Media no podemos dejar de mencionar el aspecto intelectual. Grandes pensadores dieron vida a este importante período histórico. Ellos surgieron, en su gran mayoría, de las filas del pensamiento cristiano, muchos de los cuales son conocidos como Padres de la Iglesia. Es el pensamiento de estos hombres medievales, que podemos decir culmina con la escolástica, lo que es digno de destacar. Tal vez el primero en importancia y que debemos mencionar es San Agustín, obispo de Hipona, quien vivió entre los años 354 y 430. Él tiene una gran cantidad de estudios de filosofía, y destaca su vivencia biográfica y su perspicacia para poder entablar los distintos cuestionamientos de su alma y de su intelecto prodigioso. Existen otros pensadores muy importantes como San Anselmo, Escoto Erígena, Pedro Abelardo, pero sin duda el más notable de todos es Santo Tomás de Aquino. Él vivió en el siglo XIII y llevó a cabo, dentro de un ambiente convulsionado, la síntesis más grande del pensamiento cristiano: la unión de la Fe y la Razón.

Para finalizar queremos dejar mencionado que junto a todo lo anterior existen fuerzas que están actuando de forma paralela a este mundo occidental. Nos referimos en particular al mundo islámico que desde el siglo VIII está presente en Europa a través del Califato en España, y en segundo lugar a todo la cultura que se desarrolla en la parte Oriental de Europa, es decir, Bizancio, cuya capital (Constantinopla) era un baluarte del mundo clásico en medio del ámbito medieval; se encontraba además incesantemente amenazada por la invasión musulmana.


Valores del Mundo Medieval:

El mundo medieval, tan complejo por su extensión y por su formación misma, tiene hoy en día una valoración muy grande, ya que se ve en él el origen del mundo Occidental como lo entendemos ahora. Los medievales fueron los primeros hombres propiamente europeos-occidentales, desarrollan una particular cultura basada en tres pilares fundamentales que darán paso a toda la formación posterior:

a) El mundo Clásico

b) El Mundo Germano

c) El mundo del Cristianismo.

Al contemplar estos tres componentes podemos darnos cuenta que existe en potencia todo lo que más tarde llegará a ser Europa. Incluso existe una manera geo-histórica al estilo del Viejo Continente que se traspasa incluso hasta nosotros en Chile. Esto es tan así, que incluso la “Declaración de los Derechos del Hombre” que se dio en la Revolución Francesa (siglo XVIII) fue una recopilación del pensamiento del cristianismo medieval, y eso llega también hoy a nosotros.

Resulta interesante ver también como un valor todo el sistema social - valórico - agrícola que se encuentra regulado por la religión, y que dará paso a lo que conocemos como el Feudalismo. El valor del feudalismo (como concepto o idea), aunque no se encuentre presente como tal más allá del siglo XV, ha permanecido a través del tiempo incluso en parte hasta los siglos XVIII y XIX.

Otro valor importantísimo es la idea de la caballerosidad dada a través de la literatura y de la poesía. El idioma es muy importante, ya que se van dando lentas variaciones al latín, y mezclas con los lenguajes locales, lo cual originará las posteriores diferencias lingüísticas como las conocemos nosotros.

No podemos dejar de lado la indiscutible importancia que tiene para la vida de la época la religión, ya que ordena, legitima y llena los distintos ámbitos de la vida, siendo un valor que perdura en muchos aspectos que aún se conservan tanto en el ambiente eclesial como en el ámbito social, político, etc.

Ya avanzada la Edad Media se da una suerte de universalidad de los conocimientos, facilitada enormemente por el uso común del latín, y es así como surge el valor de la Universidad, con una síntesis entre la Fe y la Razón. Incluso nuestra manera actual de ver muchas veces la Fe en contradicción con la Razón tiene su origen en las bases medievales que sirvieron para el cuestionamiento en posteriores.

Finalmente queremos mencionar que la Edad Media constituye un período de gran importancia para poder entendernos nosotros mismos como sociedad, ya que la forma de vida occidental que se implanta en Europa es traspasada y vivida en América y en todas las colonias europeas que existen en el mundo.